28 diciembre, 2006

Recuerdo de tus vacaciones

Por Raúl Taibo


“Recuerdo de Capilla del Monte”
Inscripción hallada en un mate

Quisiera compartir con ustedes ¡Oh! lectores, ciertas reflexiones que por encontrarnos en temporada de vacaciones me parece interesante señalar. Se trata esta vez de la profundamente arraigada tradición popular de regalar souvenires comprados en algún destino turístico X en el cual hayamos estado vacacionando o aunque sea hayamos visitado sólo de paso.
Me atrevo a arriesgar que todos hemos en algún momento participado de esta costumbre, ya sea en el papel de regalador de souvenires como en el de receptor de los mismos. Quién no se tentó y dijo “¡uy mirá qué lindo abanico pintado artesanalmente, ideal para los calores de la tía Emilse!”, o bien “Esta ostra barnizada y adherida a una base plástica a modo de artículo decorativo es especial para quedar bien con La Martita”. Y quién no recibió de su mejor amigo/a una simpática agenda forrada por un delicado cartón corrugado con la inscripción “Recuerdo de Villa X” o “Vacaciones en San X - 2006 / 2007”.
Podremos hurgar en nuestra memoria y seguramente recordar aquel momento en el que vimos bajar del colectivo a una persona querida, más flaca y quemada por el sol, que al vernos corre a nuestro encuentro, radiante y sonriente, y que luego de los efusivos saludos nos dice “¡No sabés lo que te traje!”. O en el caso de ser nosotros los afortunados vacacionantes, recorrer la feria de pulgas o los negocios de la zona céntrica del pequeño pueblo serrano o costero y de pronto quedarnos paralizados ante la visión de un objeto expuesto en vidriera que nos evoca la imagen de ese alguien tan querido, y nos estremece de alegría imaginar su cara cuando le entreguemos el pequeño bulto envuelto en papel madera y nos diga “¡pero por qué gastaste en mí, si no hacía falta!”.
Hasta aquí, esta costumbre parece fundarse en lo mejor de los valores morales y éticos (al menos de occidente). Las dicotomías que se nos presentan son: acordarse y ser recordados, pensar en alguien y sentir que alguien pensó en nosotros, gastar (invertir sería más adecuado) un poco de nuestro dinero tan duramente ahorrado y que alguien haya hecho un pequeño sacrificio sólo para generar una sonrisa en nuestro rostro. Sin embargo, podemos hacer una segunda lectura, una lectura entre líneas si se quiere, de lo que realmente pueden implicar los recuerdos de las vacaciones, si no son elegidos cuidadosamente.

Analicemos un ejemplo: Sobre un mate de calabaza barnizada y con pié metálico que nos regalaron reza “Recuerdo de Capilla del Monte”. Pero... quizás nosotros nunca fuimos a Capilla del Monte. ¿Ven la ironía? ¿Ven la paradoja? Tenemos en nuestras manos un objeto que nos asegura recordarnos un lugar que jamás visitamos, o que en el mejor de los casos visitamos en otra ocasión, pero cuyo recuerdo de ninguna manera puede ser evocado por este mate en el que debajo de aquella inscripción puede leerse “2006 / 2007”. Entonces vemos transformarse aquel tierno regalo en una especie de “recuerdo de tus vacaciones”, de las vacaciones del otro, del que pudo irse de vacaciones, del que se gastó mil quinientos mangos en hoteles, cenas a la luz de las velas, hoteles lujosos, días de playa y noches de fiesta. Intentamos volver a leer la inscripción que ahora aparece con letra desprolija hecha con fibrón indeleble con poca tinta, mientras negamos con la cabeza, intentando recordar aquella gratitud que sentimos al recibirlo, pero ya nos es imposible, la frase ha cambiado para siempre y ahora dice “Tomá, para que te acuerdes de que yo me fui de vacaciones y vos te quedaste recagándote de calor en esta ciudad de mierda que debe haber estado más amarga que nunca porque toda la gente decente se fue a algún lado menos vos, infeliz, que sos un tacaño que no quiere gastar un mango ni siquiera para darse un gusto, comegato amarrete! - 2006 / 2007”
Temiendo que ya sea demasiado tarde para intentar evitar una exageración, dejo a Uds ¡Oh! lectores, deducir las obvias consecuencias que de esta tesis se desprenden si se la aplica al análisis del rol de “regalador de souvenires”.
A modo de conclusión final, sólo puedo sugerir que reflexionemos muy bien antes de elegir un regalo para los nuestros. Un regalo no es simplemente cumplir. Es primero pensar en el otro y luego encontrar un objeto que con sinceridad pensemos que puede gustarle, y no lo contrario, léase ver un objeto de $3,50 (el mismo que vimos en el negocio de los ladrones de al lado que o tenían a $4) y después de regatear veinte minutos por veinticinco centavos, pensar a quién se lo vamos a encajar y encima esperar que nos lo agradezca.

20 diciembre, 2006

Segmento de cine

Por Cristina Alberó


Dada la variedad de manifestaciones artísticas en las que el hombre es protagonista, surge la necesidad de ahondar en esa diversidad. Es por ello que Mocruba decide también abordar las artes visuales, más precisamente, el cine. Nos interesamos por la comedia y el romance en su estado puro. Nuestro objetivo es rescatar lo olvidado, aquellos filmes que todos hemos visto, aunque sea parcialmente, pero que nadie hasta el momento ha considerado.
Creemos en la riqueza de estas fuentes. La industria local de “Aries” y “Cinematográfica Victoria” es la base de nuestro corpus.
Las estrellas merecen su homenaje, Mocruba no escatima aplausos.
Proponemos el extrañamiento ante la música, la actuación, el diálogo, las tomas y tantos otros pliegues del grupo de filmes nacionales conformado por lo que hemos dado en llamar la comedia y el romance en su estado puro, por supuesto, sin dejar de tener en cuenta lo policial y melodramático que sobrevuela esta clase de objetos.

***

Hemos rescatado al azar un grupo de cinco filmes que, si bien son un emblema nacional, no pueden ser los únicos hitos de la historia del cine. Sólo los citamos para dar inicio a esta sección. Luego tendremos análisis más profundos. Hete aquí los comentarios y evaluaciones que merecen estos cinco títulos.

Referencias:
♥♥♥♥♥ EXCELENTE
♥♥♥♥ MUY BUENA
♥♥♥ BUENA
♥♥ REGULAR
NO VAYA

Los bañeros más locos del mundo ♥ ♥ ♥ ♥ ♥
El desenfreno y la pasión de la vida en una sola película. Un grupo de amigos y un sueño por cumplir: una temporada en La Feliz. Los lobos marinos, el casino, la arena candente, Emilio Disi, Berugo Carámbula, Gino Reni, Alberto Fernández de Rosa y Paolo el rockero. Toda la pimienta del grupo Pimpinela y una fotografía en la que el sol entibia los corazones de los espectadores. El policial y el romanticismo otorgan una novedad pocas veces alcanzada en la pantalla grande. Todo comienza cuando Alberto protagoniza, ya en La Feliz, la escena de la chora de la cartera y sus compañeros deben afrontar la pérdida del dinero que se encontraba allí dentro ...
Un consejito: vaya con su señora.

El profesor punk ♥ ♥ ♥ ♥
Con Jorge Porcel, Beatriz Salomón, Fernando Lúpiz y gran elenco. Un canto a la vida. Un profesor y un grupo de divertidos adolescentes emprenden un campamento en el que tendrá lugar el misterio, la amistad y, por sobre todo, la historia de amor entre Amapola y el profesor Pankurulo.
Un consejito: vaya, revivirá su propia historia.

La carpa del amor ♥ ♥ ♥ ♥
Cacho Castaña y un cancionero para volver a enamorarse.
Un consejito: si le gusta la buena música y ... “quiere bailar y bailar y bailar...”

Mingo y Aníbal contra los fantasmas ♥ ♥ ♥ ♥
Una tarde en el río, las bolas de fraile de Mingo y una misión por cumplir en una extraña mansión en la que habitan oscuros dueños. Mingo y Aníbal deberán descubrir qué ocurre en realidad.
Un consejito: para sacar el detective que todos llevamos dentro ...

Ritmo, Amor y Primavera ♥ ♥ ♥ ♥
La juventud que todo lo puede. Las hermanas María, Marisa y Victoria Carreras en otra genial producción de Enrique Carreras.
Un consejito: para distenderse.

14 diciembre, 2006

Sobre los gustos y sus leyes. Guía teórico práctica

Por Raúl Taibo


Todos alguna vez hemos ido a un bar/restaurant/parrilla/restobar u otro tipo de local de comida, acompañados por una dama o caballero según corresponda. Una vez efectuada la orden, habremos notado que las bebidas suelen servirse antes que la comida. Esto es debido a una ancestral estrategia que consiste en tentar al consumidor para que beba lo más posible antes de servir el alimento, de manera que se vea casi obligado a hacer un segundo pedido de líquido vital. Por esta misma razón, la bebida suele venir acompañada por maníes, papitas, grisines y todo tipo de señuelos sedientadores.
Todos sabemos que el orden y los tiempos con que se sirve en un local de este tipo están fríamente calculados, además de cuidadosamente disimulados. Los dueños de estos lugares son grandes estudiosos de la conducta humana en lo que a preferencias gastronómicas se refiere. Se trata sin duda de una raza no poco siniestra, pero cuya ciencia, como la de todo ser humano, tiene sus puntos débiles. A continuación expondré algunos ejemplos que podrán ser practicados por ustedes mismos para comprobar la veracidad de dichas conclusiones.
Hagan lo siguiente. Entren a un bar con un acompañante del sexo opuesto. Miren la carta y ordenen para beber una gaseosa normal y un gaseosa light. Esperen un minuto y verán como indefectiblemente el/la mozo/moza coloca la gaseosa light frente a la dama y la gaseosa normal ante el caballero.
Una variación del experimento podría ser la siguiente: Ordenen una gaseosa y un agua mineral con o sin gas. En este caso la primera será servida al caballero y la segunda a la dama.
Ahora bien, ¿qué ocurre si ordenamos una gaseosa light y un agua mineral? ¡¿eh?! Pues estaríamos generando una terrible paradoja, ya que el mozo se vería obligado a servir ambas bebidas a la dama, pero por razones estadísticas, sabría que cuando dos personas van a tomar algo y ordenan dos bebidas, es porque generalmente se destinan una a cada uno, y no las dos al mismo individuo.
El mozo se acercará con paso dudoso, como retrasando el encuentro con los dos extraños (ustedes) que comenzará a mirar con desconfianza, acusándolos en silencio de ser perturbadores del orden establecido y de las buenas costumbres. Llegará a su mesa, transpirando y tembloroso, y hasta el último momento intentará leer en vuestros rostros un indicio que le ayude a descubrir quién es el de la gaseosa light y quién el del agua mineral. Es muy importante que no muestren ninguna preferencia, que se mantengan neutrales, con su mejor cara de poker, pudiendo incluso continuar animadamente la conversación que estuvieran manteniendo hasta el momento, disminuyendo de esa manera las posibilidades de una interrupción para preguntar para quién es la sprite zero. Con mano insegura tomará una de las dos botellas y la depositará en el centro de la mesa, con la esperanza de que uno de los dos se decida a tomarla; ¡pero eso no debe ocurrir! Entonces, apretando los dientes y respirando por las fosas nasales dilatadas, colocará la segunda botella también en el centro de la mesa, equidistante de los dos clientes y se retirará lentamente y en silencio, echando una mirada sobre el hombro para ver si alguien se decide a tomar una decisión.
Si hasta aquí lograran cumplir con los pasos indicados, podrían entonces proceder a pedir la cuenta, pagarla, y retirarse del establecimiento sin haber consumido (¡incluso sin siquiera haber dejado una huella digital sobre la transpirada superficie de las botellas!) lo que ordenaron.
Sabemos que este experimento puede parecer un gasto superfluo, por no decir un derroche de plata sin sentido, pero no es así. Habrán comprobado en carne propia que existen leyes que reinan dentro de los bares, restaurantes, restobares y otro tipo de locales de comida, pero que a pesar de su arrogante y supuesta universalidad pueden ser falseadas, por el mero gusto de salirse del montón y de confundir e irritar un poco a aquellos que pretenden mover los hilos de nuestras vidas sin nuestro permiso.

MANIFIESTO

Queridos lectores:

Lo que ustedes van a recibir de aquí en más, son sucesos de la vida cotidiana. No se extrañen si resulta un relato de obviedades. Necesitamos decir lo que pasa, narrar el absurdo que irrumpe como realidad.
La calle está llena de episodios: de gente que vive sin cuestionarse demasiado su presencia en el mundo, con sus marcas a veces graciosas, a veces trágicas. De gente que se cuestiona todo hasta el hartazgo.
Este movimiento intenta sólo mencionar datos más o menos objetivos, mera empiria del acontecer sin agregar exageraciones: si de esto se percibe sarcasmo o ironía es porque habita en los hechos que se describen--como si fuera posible...--
Necesitamos que este punto de vista sea abierto, compartido, sujeto a debate, revisiones y aportes, para propiciar la contradicción --entre nos-- como modo de conocimiento. Este lugar es de todos aquellos que quieran decir algo, desde la frivolidad más recalcitrante a la anécdota depresiva. No importa si no dejamos nada: sólo interesa la catársis ilegítima.
Este es el diván de consultas, comentarios, sugerencias. El producto que todos hacemos o deshacemos, el tiempo perdido conjuntamente

Porque observamos lo real que desborda y merece ser contado.
Porque vemos acontecimientos que a sí mismos se hacen historia.

MOCRUBA
MOVIMIENTO DE CRONISTAS URBANOS